Inglaterra, 1817. Una pequeña vecindad se ve sorprendida por la llegada de un joven rico, apuesto y misterioso. Tiene extraños hábitos y nunca sale de día, pero eso poco importa a las señoras de buena familia que intentan casarlo con sus hijas solteras. Aunque, por supuesto, la oleada de asesinatos que acompaña su llegada no ha pasado inadvertida…
¿Hasta dónde llegarías para evitar un matrimonio infeliz a un ser querido? ¿Serías capaz de vencer a un vampiro en un mundo donde todavía faltan treinta años para que nazca el autor de Drácula?
¿Si tu vida fuera una novela, de qué estilo literario sería?
En La Sirin, dos vampiros del siglo xx se adentran en la vida de Mary Benedict para prestar testimonio en el caso Blackbird, un proceso judicial en el que las pruebas son «leídas» en la misma sangre y cuyas implicaciones van a trastocar el equilibrio político de la logia vampírica de Boston.








Belén –
Me ha gustado mucho esta novela llena de misterio, amor, vampiros y aventura. Totalmente recomendable.
Marina –
Recomendado para fans de Jane Austen y de los vampiros
Me ha encantado. Es una novela apasionante que se lee del tirón, sobre todo a partir de la mitad no hay manera de soltarla hasta el final. Los personajes son muy interesantes y están muy bien desarrollados, y sufres por lo que les pueda ocurrir.
Es magnífico sobre todo el cambio de estilos que maneja la autora: el de la parte que se desarrolla en el siglo XIX es un estilo Jane Austen muy bien conseguido (he leído todo lo de Austen y Laura Blanco lo imita a la perfección) y el que se desarrolla en el siglo XX es un estilo más elaborado y cuidado y muy diferente al otro.
Estoy deseando leer más cosas de esta autora, sobre todo de este mundo tan rico que ha creado.
Rubén –
«La Sirin», o «¿qué pasa si mezclamos vampiros con Jane Austen?» me ha parecido una novela entretenida de principio a fin. Al principio me costó entrar pero a partir de la llegada del vampiro a la vida de la Sirin y su familia todo avanza y el ritmo no decae en ningún momento, aunque sí hay muchas descripciones y ambientación decimonónica que se pueden hacer un poco pesadas. De todas formas Laura tiene una prosa amena y con toques de humor absurdo que hacen de la lectura una experiencia deliciosa.
Se nota el mimo en la ambientación, sin por ello frustrar al lector con montañas de información. Las menciones a autoras del siglo XIX y épocas anteriores por parte de La Sirin y los constantes piques con su hermana y el resto de su entorno, menos el vampiro (¡¡Barbazul alert!!), impecables.
La obra recuerda a las novelas de enredos de hace siglo y medio, el terror gótico y tiene ese toque desenfadado de las obras donde el lector debe suspender su credibilidad para disfrutarla. A pesar de su extensión, no se hace pesada, y el tramo final está cargado de acción y sangre, muchísima sangre.
Con sus capítulos cortos y unos cuantos vistazos al siglo XX, donde se descubren los hechos narrados años más tarde en unas cartas escritas con sangre (al Actor Secundario Bob le gusta esto), hará las delicias de tu estantería.